La infidelidad es una de las razones principales por las que una pareja rompe
su relación. Los "cuernos" destruyen la confianza de los enamorados y los
pilares sobre los que se cimienta una relación. En la mayoría de los casos las
personas son infieles cuando la relación no alcanza sus expectativas, están
buscando algo en la pareja que ésta no es capaz de ofrecerles. La solución, en
vez de basarse en el diálogo, es una salida aparentemente más fácil o cómoda:
la infidelidad.
Los hombres también traicionan, para demostrar su masculinidad porque la
sociedad espera que él actúe así. La pregunta que muchas personas se hacen es
cómo descubrir y asegurarse de que la pareja les está siendo infiel. Si vives
con tu novio, observa su comportamiento, si no vuelve a casa a la hora de
costumbre, si ya no existe diálogo entre vosotros, si se irrita contigo por
cualquier motivo. Estas actitudes NO son síntomas de una traición, pero sí
indican que algo no funciona en vuestra relación y que por lo tanto existe
peligro de infidelidad.
Para los hombres es más difícil saber si les están siendo infieles, puesto que
ellos son menos observadores y se fijan menos en cambios sutiles que sin
embargo las mujeres descubren a la primera. Los hombres en general temen o
sospechan que su pareja les está siendo infiel, cuando ésta se niega a
mantener relaciones sexuales como de costumbre. Existen mujeres que jamás
perdonarían una infidelidad y otras que sin embargo deciden auto engañarse
para no tener que enfrentarse a la realidad. Descubrir que hemos sido
traicionados por la persona amada siempre es una experiencia dolorosa y hasta
humillante, puesto que se ponen en juego los valores que fundamentan una
relación de pareja, como son la confianza, la sinceridad y el respeto.
Perdonar o no una traición depende de la persona y del tipo de relación que
existe, ya sea por motivos religiosos o porque no quieren hacer sufrir a sus
hijos. En el caso de las mujeres que deciden perdonar (pero no olvidar), la
infidelidad suele ser un arma arrojadiza muy frecuente en las discusiones, que
puede desgastar más todavía la relación. No recuerdes constantemente la
infidelidad de tu pareja, si no eres capaz de superar y olvidar, quizá sea
necesario plantearse una solución tajante. Muchas mujeres que han sido
infieles se torturan porque no saben si contárselo a su pareja, se sienten
mal, pero lo primero y más importante es descubrir el porqué de la traición.
Si has sentido esa necesidad es porque tu pareja no te da algo que tú
necesitas y no tiene por qué estar relacionado con el sexo.
Debes evaluar los pros y los contras antes de decidirte a contárselo a tu
pareja, puede que sólo fuera para ti una aventura que te haya hecho ver que no
quieres abandonar a tu novio; en este caso puedes volver a reconstruir tu
relación. Si decides ser sincera es posible que tu pareja no pueda perdonarte
y eso dependerá de lo importante que seas para él. Muchas veces ellos deciden
perdonar, pero la infidelidad estará presente durante mucho tiempo en su
memoria y será difícil que vuelva a confiar en ti, por ello es aconsejable
buscar ayuda profesional y no depender de los consejos bien intencionados de
las amistades.
La infidelidad y sus motivos
Las 9 razones más comunes por las que ‘ponemos los cuernos’ son resultado
de la búsqueda de la satisfacción de necesidades que no encontramos en nuestra
pareja
Una de las peores traiciones hacia nuestra pareja o por parte de ella es la
infidelidad. Generalmente pensamos que la persona infiel es la única culpable,
sin embargo la infidelidad es el resultado de la crisis de una pareja, pues
quien es infiel lo hace porque busca en otra persona cuestiones sexuales,
emocionales o intelectuales que su pareja no le da.
La infidelidad no sucede espontáneamente, siempre hay motivos que la
provocan. La lista de razones es interminable, pero los sexólogos
especialistas en terapia de pareja coinciden en que en todas se intenta
satisfacer las carencias del matrimonio:
Las 9 razones más comunes
1. Nos sentimos devaluados. Terminado el enamoramiento, enfrentamos a la
pareja real y olvidamos a la idealizada, y sus conductas no siempre
placenteras en la convivencia defraudan nuestras expectativas. Si la pareja
nos abandona al centrarse sólo en sus objetivos personales y no en los de
ambos, y al mismo tiempo nos relacionamos con una persona distinta que nos
hace sentir más valorados, la elegimos inconscientemente como nueva compañera.
Principalmente para las mujeres, es muy importante sentirnos bellas y deseadas
por nuestro hombre. Si no se cumple nuestro objetivo, sentimos una gran
frustración y se devalúa nuestra autoestima. Una forma de sentirnos de nuevo
atractivas y deseadas, es siendo cortejadas en una relación extramarital.
2. La monotonía. Cuando nuestra pareja descuida el tiempo en común por sus
actividades personales y deja de tener detalles cariñosos con nosotros,
sentimos que el amor se acabó, se produce un distanciamiento y nos empezamos a
sentir encadenados a pasar el resto de nuestros días en una relación que ha
perdido su encanto. Un matrimonio sumido en la rutina y en el aburrimiento se
puede venir abajo a causa de un encuentro con un intruso que lllegue y nos
aborde con el misterio, encanto y riesgo de los que carece nuestra relación.
3. Una vida sexual deficiente. El sexo es un elemento esencial en la pareja
y si éste es defectuoso, quien se siente insatisfecho tiende a buscar fuera de
la relación la satisfacción sexual que no encuentra en su pareja. Si a pesar
de sentir un gran amor por la pareja, en la cama no encontramos nada
excitante, nos vengamos teniendo relaciones sexuales con otra persona, porque
estamos enojados con nuestra pareja que no quiere hacer el amor o no quiere
llevar a cabo nuestras fantasías sexuales.
4. Dependencia emocional de los padres. Si nuestra pareja no es
emocionalmente independiente de sus padres y no establece límites respecto a
ellos, esta conducta infantil nos hace sentir sin su apoyo, y nuestra
necesidad insatisfecha de ser escuchados y atendidos nos impulsa a buscar una
relación extramarital.
5. Buscamos nuevas sensaciones. Si se acaba la seducción del enamoramiento
y se vive en el hastío de una relación, hay quienes necesitan seguir
satisfaciendo su necesidad de seguir enamorados. La curiosidad de experimentar
el sexo con otras personas y de vivir la aventura es un fuerte motor para
buscar un affair.
6. Idealizamos a la pareja. Para continuar idealizando a nuestra pareja,
muchas veces elegimos como amante a una persona totalmente opuesta. Hay
quienes llevan a cabo todas sus fantasías sexuales con el amante y no con la
pareja para sentir que la siguen manteniendo en el concepto de ‘decente’.
7. La pareja lo permite. Se dan casos en que la pareja está de acuerdo en
que tengamos relaciones extramaritales, porque es consciente de que
necesitamos satisfacer las deficiencias que existen en nuestra propia
relación.
8. Sentimos amenazada nuestra libertad. Cuando la pareja es asfixiante o
nos da pavor perder nuestra independencia y quedar atrapados en una relación,
intentamos sentirnos libres cometiendo actos de infidelidad.
9. Alarde de poder. Por haber obtenido poder, dinero y una posición social,
hay quienes sienten que se han ganado el derecho a tener un mayor potencial
sexual con el sexo opuesto.
La infidelidad es un síntoma de la serie de crisis por las que atravesamos
como pareja. Si buscamos en el fondo, descubriremos que somos infieles cuando
no encontramos en nuestra pareja lo que buscamos y nuestra relación no
satisface completamente nuestras necesidades. Sin embargo, superar la crisis
dependerá de la forma en que podamos comunicarnos como pareja.
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