La vida en pareja está llena de alegrías, pero muchas veces también de malos
momentos y complicaciones. Querer, amar y compartir la vida con una persona
puede ser maravilloso. Y parece que mientras más perfecta es la relación, más
miedo hay a perderla. Ya desde pequeños comenzamos a exigir el amor exclusivo
de los padres.
Los celos están considerados como una emoción. Así existe el odio o el
amor, los celos, en el marco de una relación de pareja, en su defecto pueden
causar la desconfianza del prójimo y en su exceso, la ruptura de la relación
afectiva.
La emoción y la ansiedad ante la posible pérdida de nuestra necesaria
figura de apego, la que nos brindaría seguridad psicológica, puede ser una
reacción natural ante la posible pérdida de nuestra pareja. Lo que determinará
que los celos sean patológicos o normales es su intensidad y el hecho de que
se deban a una causa justificada o infundada.
Los celos en el matrimonio
En el matrimonio, los celos pueden llegar a ser útiles, porque actúan como
un generador de energía en la pareja. Desde este punto de vista, cada uno se
llegaría a esforzar para mantener encendida la llama del amor.
De esta forma, pueden tomarse como una reacción de alerta ante un bajón
amoroso de cualquier miembro de la pareja. Así, los celos serán saludables y
constructivos.
Pero una desconfianza excesiva. La limitación de libertad de la pareja para
ser el eje exclusivo de su vida puede hacer que fracase un matrimonio. En toda
dificultad de encontrar el término medio, en este caso, las reglas y los
límites deben establecerse por ambas partes.
¿Cómo acertar?
En algunas parejas, los celos no tienen cabida alguna en la relación.
Mientras, para otras, la falta de este sentimiento puede ser un indicativo de
falta de interés. Normalmente en las parejas recién formadas, los celos es un
índice para verificar si la otra persona está realmente interesada.
¿Celos o miedo a estar sólo?
La soledad provoca angustia. El miedo de perder a la persona amada se une
al pánico que sufre la mayoría de las personas a estar sólo. Darse cuenta que
uno no es irremplazable, es duro, pero mucho más en cuanto es mayor el temor a
la soledad.
Por este motivo, el perfil psicológico de la persona que siente celos se
relaciona con la baja autoestima y la inseguridad. Estas personas, además de
tener reacciones emocionales negativas, tienen necesidades de estimación y
demanda continua de aprobación.
La persona celosa reclama un sacrificio, desea ser amado
incondicionalmente, siendo incapaz de sacrificarse, puesto que suele ser
demasiado egoísta y desconfiado. Por estar necesitadas de estima, suelen
demandar constante aprobación.